¡80 segundos! Sí, has oído bien. Tendría que construirse un piso nuevo cada 80 segundos para alcanzar el ambicioso objetivo del Gobierno federal. 400.000: ese es el número de pisos que deben construirse cada año según el acuerdo de coalición. Una tarea gigantesca que parece casi imposible.
Pero este no es el único obstáculo que debe superar Alemania. Según la Ley del Clima, 19 millones de edificios residenciales deben reformarse para ser neutros desde el punto de vista climático de aquí a 2045. ¿Cómo va a funcionar esto cuando el sector de los oficios cualificados ya se enfrenta a un problema gigantesco: faltan 250.000 empleados en el sector de los oficios cualificados, según la Confederación Alemana de Oficios Cualificados.
Y mientras tanto, ¡los costes de construcción se disparan! Desde el año 2000, han aumentado un asombroso **80%**, según informa el sector de la vivienda. A ello se añade la incertidumbre de la inflación, que dificulta cada vez más la financiación de los proyectos de construcción. Por si fuera poco, el prestigioso Instituto Ifo informa de que el 56,6% de las empresas de construcción sufren escasez de materiales. El cemento, el acero y demás se están convirtiendo en un bien escaso.
En medio de esta crisis, una cifra en particular está causando muchos quebraderos de cabeza: el 13,4% de las empresas de construcción de edificios están informando de cancelaciones de nuevas construcciones. Los inversores abandonan el barco. La construcción se estanca y las obras se quedan paradas.
¿Puede Alemania crear el gigante de la construcción? Pisos nuevos para familias, reformas para el clima y obras sin obreros. ¿Quién va a gestionar esto? ¿Quién puede hacerse cargo? Una imagen simbólica de la locura: rascacielos en construcción, vida urbana en el limbo y un oficio al borde del colapso. ¿Pronto nuestras obras no serán más que ruinas de esperanza?
¿Nuestro sueño futuro de casas y espacios urbanos neutros para el clima descansa realmente sobre cimientos poco sólidos? Lo cierto es que el reto es enorme. Las medidas son fáciles de decir, pero difíciles de hacer. Es hora de buscar soluciones. Es hora de actuar. Ahora o nunca.
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Saudos
Matthias Holzmann
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